El día de hoy, 2 de septiembre, pase la mañana en un funeral. Un tio del que realmente tengo pocos recuerdos, pero que mi padre quiso como a un guía, o un maestro, falleció el viernes por la noche. Realmente esto no hubiera tenido mucha trascendencia en mi (no habló de la gran cantidad de familiares, amigos, socios, empleados y amigos que llenarón la funeraria desde anoche y coparón el panteón para el último adios) si no fuera por lo que me paso el viernes, por la gran cantidad de familia que vi en este fin de semana, y por las platicas que tuvimos este día mis hermanos, padres y yo.
Lo cierto es que pocos saben donde trabajaba exactamente: Departamento de Sistemas de Mayan Resorts. Los amigos cercanos, y no tanto, talvez estaban al tanto de como yo tenía un año y medio queriendo renunciar, extenuado de un trabajo donde nos exprimian, pero sobretodo por las riñas, situaciones de tensión, traiciones y cosas que tuve que aguantar de algunos de mis compañeros (y jefes) de trabajo. Lo cierto es que solamente aguante por dos razones, desde hace casi dos años se ha venido platicando en la familia mi entrada al negocio de mi padre, el cual creció lo suficiente, no solo como para ofrecerme un trabajo que si bien será menos bien remunerado que donde estaba, implica estar con los mios, trabajar por lo propio y saber que si bien me pondre chinguizas, estas son por mi familia, a quien se lo debo todo, y no por algun millonario dueño de una transnacional al que nunca conocí.
La segunda razón, en abril del año pasado, furioso y harto de todo, pense en renunciar. Mi padre me pidió que no lo hiciera, que el me daba chamba, pero hasta diciembre, que pensará en la casa o departamento que estabamos por comprar mi novia y yo. Paciencia, y en mayo del año pasado compramos un departamento. Ahora no solo era aguantar todo para pagarlo, sino para juntar dinero para la boda (nuestros ahorros se fueron en el enganche). Entonces la idea era renunciar en diciembre del año pasado.
Pero en noviembre nos dicen, la empresa se va a Monterrey para marzo, el que no se quiera ir, se le finiquitará al 100%. Entonces la premisa fue aguantar cinco meses más, pero llegó marzo, y nada, en abril nos dicen, "Se canceló Mty, ahora nos vamos a Vallarta". De entonces a acá, a esperar el famoso cambio, siempre con la fe ciega en una liquidación que me permitierá estar tranquilo con la boda.
Este viernes por fin el día. La espera valió la pena. La boda esta asegurada y lo que viene, el trabajo familiar, no solo me permitirá aprender cosas nuevas, sino que seguramente me dará tiempo para intentar empezar a programar para mi, a pensar en el futuro, en la posible empresa de software.
Aquí quedan muchas cosas no dichas, como las noticias que tuve en las últimas semanas en las que todo se fue acomodando de forma que parece un final de libro. Hoy domingo, después de una siesta a media mañana que le siguió al funeral, desperté con un sentiemiento que tenia años no tenía: esperanza. Estoy alegre, emocionado por lo que viene. Se que también le podré dedicar más a la literatura, escribir, leer, seguir los blogs que nos fueron bloqueados en el Internet de mi pasada empresa. Todo estará bien.
Decía al inicio lo trascendente que fue el funeral. Me he dado cuenta de que intentar hacer las cosas bien después de todo te recompensa, espero que algún día mi funeral este asi de concurrido. La familia me esta recibiendo como a un hijo prodigo, el que regreso de trabajar cinco años para otros y ahora quiere hacer crecer el negocio de todos. Esper hacerlo bien.
Aqui también pido disculpas por la ausencia. Desde mi regreso de las vacaciones el que llegará el fin del trabajo era una constante que me mantuvo muy ocupado, entregando proyectos, terminando cosas finales. Gracias a los que me dejarón comentarios, me mandarón mails, estuvieron conmigo.
Eso llega a la noticia que queria comunicar. Intentaré escribir nueve cuentos cortos más, terminar hasta esta semana todos los que debia. Pero después de eso será el fin de este blog. Después de todo es el final de una etapa en mi vida, además el libro de cuentos del mismo nombre que estuve escribiendo también se puede considerar terminado (para evitar confusiones, los cuentos cortos de este blog no son parte de ese libro homonimo).
Pronto publicaré los cuentos y tendré noticias de lo que sigue. Espero hacer otro blog, pero quiero pensarlo un poco, meterme a programar en web e intentar, no solo sacarle provecho a mi carrera, sino hacer algo práctico para mi y para los que entren al sitio. No se aún que puede ser, pero me esforzaré por lograr algo.
Esperen los últimos cuentos y gracias a los lectores: ocasionales, reiterativos, amigos, enemigos y chingativos, a los que tercos siguen regresando a ver si por fin publique.