8.07.2006

Humo


Es el cuarto cigarrillo. Da una última calada. Exhala. Lo arroja contra el piso metalico y saca uno más de la cajetilla. De algo hemos de morir, suele decir cuando alguién le amonesta acerca de cuanto fuma. Si algo me ha de matar, agrega poco después, ojala sea el cigarro. De pie, recargado contra el muro de acero, el fumador hace volutas sin forma. El humo empieza a llenar el poco espacio dentro de la caja metalica. Saca un sexto cigarrillo. Afuera, el barco ha llegado a las coordenadas, sus ejecutores se disponen a arrojar la caja fuerte al mar. Miéntras tenga oxigeno habra llama, dice él al tiempo que la que sera su ferétro se hunde. Prende un séptimo cigarro.

1 comentario:

Anónimo dijo...

You have an outstanding good and well structured site. I enjoyed browsing through it audio conferencing