3.01.2007

Contraorden

Miro por la ventana. Definitivamente mi mensaje no llegará a tiempo. Ya los comandos especiales penetran en la casa silenciosos. No hicieron preguntas, se les entrenó para no hacerlas. Deben estar buscando ahora mismo la habitación de su objetivo. No los amedrentará la luz prendida, están capacitados para matar en forma rápida, silenciosa, secreta. Oigo el ruido de la puerta cuyo seguro es roto. El chico esta allí, su mirada luce confusa. No vacilará. Debe pensar que soy un loco suicida ¿Qué otro comandante pediría a su mejor hombre que lo matará? Será vergonzoso y terrible cuando finalmente le llegue la contraorden, que explica como en una imperdonable distracción escribí mi nombre donde debí poner el del traidor. Talvez en el fondo si quería que me mataran.

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