7.17.2006

Reconocimiento

Yo he sido esteril desde los quince, le reitera su padre entre lágrimas. Esa noche le acababan de hacer una confesión. Cuando conocí a tu madre ella ya estaba embarazada. Pero, ¿quién..? Cuestiona sin obtener respuesta. La mujer solloza: No lo se, nunca lo supe, no siquiera recuerdo cómo o en donde… Ni el hijo ni su esposo la dejan terminar.

Intenta tomar las cosas con calma. Los abraza. Esten tranquilos, para mí siempre serán mis padres, les dice con el tono de cariño que le conocen. Eres el mejor de los hijos, le susurran. El hijo único sale a andar, busca despejar su cabeza.

La ciudad esta en silencio. Piensa en la importancia de un apellido, en si es esto o la vida la que define a una persona. Se acuerda de sus propios hijos, sabe que no les podra contar lo que les confesó su abuelo, no hasta que esten mayores. ¿Realmente necesito que me reconozcan como hijo natural a mis casi cuarenta? se cuestiona y ese enunciado es eco en los pasos por la calle. Se encamina hacia el parque en el centro de la urbe, hacia el lago donde le pidió a su novia que se casaran. Hacia el lugar donde su hijo habló por primera vez. ¿Quién soy? no dejaba de repetirse.
El cielo más azul que otros días, el agua del lago en calma. El hombre siente que la paz lo recorre, no necesita saber quien lo engendró para continuar su vida. Sonriendo, avanza caminando sobre las aguas. ¿Tendré hermanos? dice en voz baja al tiempo que ve a una parvada de palomas volando hacia él y un rayo de luz que se abre paso entre las nubes iluminándolo directamente.


No hay comentarios.: