7.10.2006

Riendas

La mujer se desviste por completo. Mi corcel, le dice con cariño. Lo acaricia. Pasa su mano por la columna vertebral sintiendo como su piel se eriza al contacto de sus dedos. Le gusta cabalgarlo desnuda. Lo monta y le habla al oido, acto seguido levanta el fuete y da un golpe. Otro más. Un relincho apagado. ¡Camina!, ordena la jinete. Avanzan apenas un metro. Le vuelve a pegar, el sonido hace eco. Ella le ordena, le grita, lo rasguña, lo hiere con furia. Sigue con la violencia hasta que hematomas y sangre aparecen. La montura intenta gritar, con desesperación muerde la correa de las riendas. La mujer, en un gesto de piedad, afloja los lazos. Por favor… intenta decir él. Un fuetazo más. ¿Quién soy?, le dice ella. Ama, duele demasiado. La mujer baja de la espalda del sometido, sonrie unos segundos, readopta su gesto serio y sigue con el juego.

1 comentario:

tierragramas dijo...

está muy bueno tu blog. De verdad. Que bueno que tengas esos videos de bolaño. Espero verlos con calma.

Te agregaré a mis links

Saludos, man

Muy buen relato.

Y yo que pensé que aquella mujer estaba loca. Al final, no lo está tanto...