4.30.2007

Cirugía

La sala de cirugía, las enfermeras, el paciente temblando bajo la cobija. Luces demasiado blancas, sonidos confusos por doquier. El doctor dispuesto, la anestesia lista. ¿No habrá problemas posteriores?, dice el sujeto recostado. Osea, nada que ver, dice el galeno con bisturí en mano.

Pasan los días de rigor para la recuperación. Se le remueven las vendas del rostro y cuello al paciente. El cirujano lo verifica personalmente. Gracias mil wey, le dice el hombre al ver el éxito de la operación. El doctor le indica los cuidados posteriores. Sale al pasillo orgulloso de su trabajo, otra papaplastosis exitosa.

No hay comentarios.: