4.30.2007

Documental

Una toma frontal al prisionero. Detalle sobre su barba, sus ojos cansados, sus uñas mugrosas. Paneo del cuarto donde, contrario a lo que todos esperaban, ha sobrevivido casi veinte años. El narrador que comenta los hechos históricos, las revoluciones, los alzamientos, el cambio de rumbo y el final derrocamiento del régimen. Los bandos implicados, las traiciones, el despertar de los ciudadanos en aquel país. De nuevo el sujeto, su nombre, su familia, las intricadas formas que uso para lograr sus objetivos. Después un segmento dedicado al milagro médico que representa su caso. Alimentado exclusivamente de harina de papa cocinada en tiras, bebiendo solamente refresco negro, era de suponerse que el colesterol lo mataría al poco tiempo. “Hierba mala nunca muere”, dice uno de los carceleros, la frase en off, realzando el drama. Finalmente, la demencia de ese hombre, que cada día, a la hora de alimentarlo, grita de felicidad. El expresidente anuncia con euforia que aún en su derrota logró cambiar la historia, las “Papás libertad” prevalecerán sobre las “Patatas a la francesa”. Pobre, dice el último entrevistado del documental, nadie se ha atrevido a decirle en dos décadas que eso también pasó al olvido.

No hay comentarios.: